viernes, 4 de abril de 2008

Ponerse en los zapatos del otro

En referencia a un post de Scar (leelo acá que está muy bueno) pude poner en palabras algo que hace mucho me está dando vueltas en la cabeza, un poco por la realidad que está viviendo nuestro país y otro poco a raiz de algunos textos que estoy leyendo en la carrera.

Me crispa los nervios que la gente opine que "los pobres están así porque quieren" desde su cama calentita... Esto tiene muchisimas aristas para tocar, pero yo sólo quiero hacer un comentario sobre algo que me viene jodiendo hace mucho:
El pobre que no quiere trabajar, el que no quiere estudiar, el que sale a robar, nunca vivió otra cosa.
Creció en una realidad dura, quizá teniendo que defenderse para que no lo pisen, marginado, discriminado, mirado de reojo.
Una realidad en la que por ahi no tuvo un ejemplo de perseverancia, de laburar por lo que uno desea. Me lo imagino albergando durante toda su vida un sentimiento oscuro hacia aquellas personas que, por causa del destino, nacieron con todas las posibilidades o por lo menos con muchas mas de las que el tiene.
Si la situación es desesperante para aquellos que, aun en la pobreza, salen a trabajar para no morirse de hambre... que queda para los que erraron el camino? Cual es la lección para ellos?

Ahora la pregunta que yo siempre me hago es: Yo, que me considero tan derecha en mis valores... los hubiera tenido y mantenido en esas paupérrimas condiciones?
Eso es lo que debemos reflexionar antes de juzgar.
Muchas cosas son relativas y dependen del entorno y de las posibilidades que tuvo cada uno.

1 comentario:

Julia dijo...

Hola!

Muy bueno lo que escribiste... mi respuesta, en el blog de Scar.

Muy bueno el blog!

Saludos